La evolución de la ropa interior femenina, siempre ha estado asociada a los cambios estéticos del momento.
Cada
vez mas sofisticada, cada vez mas técnica, hasta que la ropa interior
contemporanea, busca el confort. La comodidad. Pero también lucir la
figura que se quiere mostrar.
En
estos momentos no hay estilos estándar, y eso es una gran ventaja y un
gran avance con respecto a las imposiciones de antaño. Hemos de recordar
que Catalina de Médici, impuso en la corte, el uso del corsé para
conseguir una cintura de "avispa", así como los calzones para damas que
montaban a caballo. Ella introdujo en Francia la forma de montar en
amazone (montar a la mujeriega).
Desde
ese momento, hasta que en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, en US
las mujeres sustituían a los hombres en los trabajos en la industria,
por lo tanto era necesario vestirse confortablemente para realizar
cualquier trabajo, las cosas han evolucionado de forma considerable.
Aunque
tampoco tanto, ya que desde principio de los tiempos, las mujeres se
cubrían el pecho para protegerlo, con largas piezas de tela, cosa que
llegó hasta bien entrado el siglo XX.
Mientras
las clases mas pudientes, usaban conceptos estéticos poco razonables,
sobre todo con la salud, las clases mas modestas usaban fórmulas mas
confortables.
La
llegada del siglo XX hizo evolucionar los cánones estéticos y
transformó la ropa interior femenina mas técnica, desde casi fórmulas
andróginas, en las que no había ninguna hechura, hasta mostrar el pecho
puntiagudo-misil-emergente como lo hacía Jane Russell en "The Outlaw" de
Howard Hughes.
Toda
la industria de la ropa interior de principios del XX (varillas,
corsés, enaguas, polison...) llegó casi a la obsolescencia. Y tuvo que
transformarse y en muchos casos reinventarse.
Hay
dos ejemplos muy interesantes, el de la familia Peugeot, que fabricaba
sierras metálicas y piezas para corsés, que acabó dedicándose a la
industria automovilística, o la de Warner's que compró la primera
patente de sujetador (Mary Phelps Jacob - 1914) que empezó a fabricar
estos artilugios sólo pensados para sostener el pecho.
O
a partir de la película "Los caballeros las prefieren rubias", sobre
los años 50, donde Marylin Monroe y Jane Russell lucían pechos
puntiagudos, floreció una industria de tendencias y marcas, con estilos
muy marcados y propios, donde se empezó a considerar al sujetador, como
una prenda a decorar, de seducción, de moda, que ayuda a estilizar la
figura.
Actualmente,
además, la búsqueda de la prenda que te ayude en el día a día, y en
todas las actividades que realiza la mujer durante el transcurso de la
jornada ha evolucionado técnicamente las prendas, el sentirse bien y
cómoda es ya una exigencia, y cuidarse es de vital importancia.
by @francescpuertas
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